Muy buenas a todos/as. Hace ya algunos años ( seis años aproximadamente)… estuve viviendo en Madrid… acababa de terminar la carrera y bueno, opté por vivir un añito y pico en esa ciudad que tanto adoro, y que suelo visitar cuándo y cuánto puedo…
Vengo a referirme a esa etapa, pues, una vez vivido allí, recuerdo que cuando me bajé de nuevo a mi tierra… se me quedó algo muy llamativo de las grandes ciudades… “la prisa”…Yo allí, viví de deprisa, sin duda. Tenía tres trabajos (tenía 21 años qué coño, tenía que pagarme mis cosas jaajaja)…y sí, fue un año inolvidable… pero iba de un lado a otro corriendo, sin parar…
Y la prisa puede convertirse en una dificultad añadida si no la sabes controlar…Es curioso cómo, a sabiendas de que hay ciertos elementos que en verdad nos afectan, no luchamos contra ellos de una manera consistente, o, mejor aún, intentamos erradicarlos de nuestra vida…
Soy de los que pienso que la prisa está señalada como uno de los grandes males de nuestro tiempo y quizás uno de los factores que más estrés añade a nuestra vida… lo suelo ver todos los días en los padres de mis alumnos/as, sin ir más lejos… Sin embargo, no estoy seguro de que la mayoría de la gente esté tan consciente, sobre todo, de dos cosas relevantes: por un lado del daño que genera, y por el otro, no menos grave, de la facilidad con la que caemos en sus garras.Es obvio que, conforme vamos avanzando en nuestra vida y en nuestras responsabilidades, quisiéramos abarcar más y más cosas y alcanzar mayores logros, y que ésto, a su vez, requiere de más tiempo y dedicación para conseguirlo, por lo que tarde o temprano terminamos por vivir una vida con prisa…y hasta que no nos damos de frente con esa realidad, no “paramos”.
En las grandes ciudades se puede observar ésto con más arraigo, y, sin embargo, mientras más pequeña sea una población, la gente parece vivir más fácilmente al margen de esta amenaza…
Por otro lado, está claro que en la época en la que vivimos, en la era de las comunicaciones, en la que la información y todo se desplaza de una manera vertiginosa, es mucho más habitual caer en la prisa.
Pero el hecho es que la prisa es una de esas cosas que, de alguna manera y en mayor o menor medida, se ha introducido en nuestra vida, y sobre la cual habría que reflexionar si queremos llevar una vida más plena…sinceramente, lo hice en su día, y me percaté de que “había que parar”…y aún hoy, en muchos aspectos, “vivo deprisa”.
Reflexionando un poco: ¿nos hemos puesto a pensar si vivimos una vida de prisa?. Y de ser así ¿podríamos determinar cuándo es que iniciamos a vivir de esa manera?
Yo miro por el retrovisor y trato de recordar cuándo es que se hizo presente en mi vida, pero sobre todo cuándo es que se instaló como una constante, y me pregunto qué tendría que hacer para desecharla de mi vida.
Ésto de vivir priorizando tampoco es sencillo porque nos lleva a elegir, y elegir, en mi opinión, implica renunciar, pero debemos estar conscientes que de no priorizar terminaremos por no hacer bien las cosas, viviendo estresados y siendo ineficientes, en tanto que, de hacerlo, nos permitiremos llevar una vida con menos equivocaciones, por supuesto, menos agobiada, más relajada y, no dudo, más exitosa….y sí, es complicado… pero…¿hay algo sencillo en este camino?...
P.D.T. Reflexionando al lado de un café con leche y dos de sacarina y una buena conversación…
P.D.T. Buena semani para todos/as…
P.D.T. Ya llega el otoño, se notan más frías las mañanitas…me gusta, mi estación favorita, sin duda…
La prisa se instaló en mi vida en la universidad y se agravó con las oposiciones jejeje..pero estoy intentando entender que la vida no es así...intento saborearla más, aunque a veces sea muy complicado. Un abrazo, ¿que tal el libro que estás leyendo?
ResponderEliminarSi si si.... las ciudades llevan a vivir a pie de andén. A empujones siempre jajajajaj
ResponderEliminarNo añoro vivir en Madrid. También viví a tu misma edad. Todo está lejos. Vives casi casi en la calle. O al menos eso me pasó. Por mucho que hagas, siempre es poco. Y si miras a tu alrededor, todos tienen cara de prisa -- de stress -- ... uff.. de pensarlo me está dando taquicardia.
Ahora, como ciudad para pasar unos días sin prisa, y sin pausa, es un cielo ¿no? ¿será por eso que de Madrid.....?
Reflexión cafetil propia del Café Gijón por lo menos. ;)
Buena semana corazón.
A mi me encanta vivir en Madrid, creo que sería incapaz de volver a vivir en una ciudad pequeña, si acaso en una más grandre (Londres, París, NY o Tokio me vienen bien). También es cierto que yo vivo en el centro de Madrid, y aún así en una zona muy tranquila donde no se oye ni una mosca, que voy andando a todos lados, y que el trabajo que he tenido más lejos estaba a 30 minutos en Metro, por lo que me puedo tomar la vida con calma. No hay nada que me guste más que pasear tranquilamente por las callejuelas y plazas más escondidas de la ciudad, que dan sensación de encontrarte en un pueblo en vez de en una gran capital. Eso sí, Gran Vía, Castellana y demás vías de locura las piso lo menos posible. Supongo que a vivir en una gran ciudad también hay que aprender. Bsos!
ResponderEliminarBuena semana, y ya sabes...sin prisas.
ResponderEliminarYo vivo de vacaciones.
ResponderEliminarEh, que voy a currar cada día y me saco la faena de encima, que conste. Pero vivo con tranquilidad, a mi bola. Sé qué es lo importante de la vida: mi marido, mis hijas, YO. Lo demás está ahí, y tanto si corro como si voy despacio, ahí sigue.
Me gustaría aprender a vivir (todavía) más despacio, como los del movimiento slow ése que ha salido hace unos años.
Por cierto... ¡eres un chaval! te hacía más mayor, no sé por qué...
Un abrazo lento ;-p
Hola!!!
ResponderEliminarEstoy muy bien, espero que tu tb.
Yo quiero ver a tus mascotas jajaja.
Buenas semana, un abrazo enorme.
Vivo en una ciudad pequeña con lo que las prisas siempre son menos en comparación con una gran ciudad. Pero tú... tres trabajos en una ciudad grande como Madrid... eso sí que debían de ser prisas, jeje.
ResponderEliminarBuena semana.
Bueno... ya sabes lo que pienso de las prisas. Creo que te lo comenté en la entrada del "ritmo" así que no me repetiré :)
ResponderEliminarElegir, efectivamente, implica renunciar. No sólo en tu opinión, diría yo... :P. Es que es así :D. En esta vida elegimos constantemente. Desde que suena el despertador por las mañanas y "eliges" levantarte para no perder tu trabajo antes que quedarte sobando toda la mañana... Eliges si te pondrás este pantalón o ese otro y hasta si te apetece desayunar tostadas o galletas... Lo que pasa es que esas elecciones son tan insignificantes o poco relevantes que las tomamos de forma mecánica casi sin darnos cuenta de que estamos eligiendo y descartando posibilidades...
Las prisas... en general, pues creo que no son buenas. Vivir deprisa hace que nos perdamos cosas por el camino o que no las disfrutemos plenamente (o eso creo). Y pienso que son malas compañeras de las decisiones. Al menos de las importantes. Si bien es cierto que tomarte tu tiempo para decidir algo que consideras "de peso" no garantiza el éxito final, creo que, al menos, pararte a meditar sobre ello, reduce ese "riesgo". Y si al final no resulta así, pues te quedará el consuelo de que, al menos, te equivocaste consecuentemente, habiéndolo pensado a conciencia y no por las bullas. O así lo veo yo...
Me recordaste a una canción que dice algo así: he malgastado mis fuerzas ¡mira! viviendo deprisa. Ya no doy más, no me esperes, yo me quedo aquí... ;)
Como madrileña, corroboro lo que has escrito: la prisa con la que aquí vivimos no nos deja apreciar la belleza de las cosas cotidianas.
ResponderEliminarAlguna vez me ha pasado, ir con tiempo a trabajar y terminar corriendo sólo por el estrés generado por los demás.
Por cierto: he dejado algo en mi blog para ti. Pásate cuando quieras.
Hola Willy soy nueva por aquí... Café con leche y sacarina.. :P
ResponderEliminarMe lo decía de pequeñita, "despacito y buena letra..." sin embargo yo he salido impaciente... mucho, deseo y quiero. No obstante... pienso que una decisión precipitada puede inducir a error, aceptar algo porque lo quieres ya,puede conducir a conformismo, sin embargo esperar... te lleva a cumplir sueños, a conseguir aquello que quieres, y a asegurarte que estás siguiendo los pasos que te llevarán a ello.
Por otro lado, vivir deprisa no atesora el momento, no disfrutas de aquello que estás haciendo... y en eso... en eso si he escarmentado, si hoy trabajas, disfruta de ese trabajo que fue el que escogiste, o el que te dieron... pero por algún motivo tienes, y es lo que te quedará, si estás de fiesta, disfrutala y mas tarde disfruta del sueño cuando te vayas a dormir... la vida está llena de instantes preciosos, que viviendo deprisa, no pasan sino a ser rasgos de una vida que podría a ver sido, y solo fue una espera de otro momento posterior, que quien sabe si llegará.
Un besito, me pasaré por aquí!!
Sea como sea, la prisa es enemiga del placer...
ResponderEliminarSaludetes!
El otoño es una estación demasiado nostálgica y tristona para mi gusto, prefiero la estridencia de la primavera, a pesar de mi alergia.
ResponderEliminarNo envido los años de mi juventud en los que tenía tres hijos pequeños, una casa y un perro y todos dependían directamente de mí. Corría todo el día en interminables jornadas que acababan bien entrada la noche. Disfruto ahora de cada minuto que me deja mi nueva vida de madre de hijos mayores. Disponer de tiempo es el mayor de los lujos.
Y que digo yo ahora...Pues mira, antes, mi vida era, la verdad, más tranquila, bien porque vivía en una ciudad más pequeñita donde a cada sitio podía ir andando, bien porque no estaba la peque, con lo que las horas del día me pertenecían completamente... el caso es que cambié de ciudad a una capital, decidí tener la princesita de mi vida y todo se empezó a acelerar, los días se hacían cortos, las horas volaban y las prisas llegaron, levantarte, hacer el desayuno, vestir a la peque, llevarla a la guarde, irme a trabajar...en fin, ni priorizar ni leches, jejeje
ResponderEliminarPero a medida que pasa el tiempo, vas cogiendo ratitos, robando momentos y la rutina de tanta prisa la hace sosegarse y se convierte en menos estresante...jeje, que lío acabo de formarme yo solita, las prisas que no son buenas, jajajjajaj!!!
Un besote enorme paisanillo, cuídate mucho y te una felíz semanita y, en la medida de lo posible, sin prisas, vale? Muacks
Hola! soy nueva y acabo de leerme tu blog enterito, me encanta! necesitaba algo asi, estoy pasando por un bache dificil y tengo que decirte que tu entrada de la motivacion guaug! me ha hecho pensar,e incluso recapacitar.Por cierto cafe con leche y 2 de axucar! gracias! lolaylo
ResponderEliminarEstá bien esa reflexión, aunque sólo sea para parar un poco, jaja... En serio, las prisas no nos dejan disfrutar de algunas cosas... pero el abarcar tanto también nos permite más experiencia, más conocimiento.. así que no os asustéis, hay etapas, hay momentos de más prisas y la adrenalina nos mantiene. Conozco a personas enfermas que no pueden llevar este ritmo y eso es terrible. Así que alegrarse de que podamos hacerlo.
ResponderEliminarBesicos.
Hola Willy!!, qué tal tu semana, creo que el otro día fue el día del maestro, ufff creo, bueno si lo fue, pues felicidades!!, sobre la entrada hay un dicho que me gusta mucho que dice, vísteme despacio que tengo prisa, puede que sí que si fuésemos más despacio las cosas saldrían mejor y disfrutaríamos más...
ResponderEliminarBueno chaval, que buena semana, lo que queda, nos vemos un abrazo
Yo me lo propongo muchas veces: parar un rato, pero chico, no hay manera, debería de aprender a controlar mis prisas un poquito, imagino que como soy joven, me queda todavía eso.
ResponderEliminarUn beso grande Jose.
Gracias Willy... ahí ando yo, decantándome por la no-prisa.. tu post sin duda ha sido el empujón definitivo. Un beso
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