lunes, 25 de octubre de 2010

El sueño a ti debido...

Soy de los que pienso que nunca se le debe decir a un niño ni a nadie que sea soñador o soñadora que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes, y sería una verdadera tragedia si lo creyese, porque le estaríamos quitando la esperanza de que sus sueños se conviertan en una realidad…

Es cierto que yo soy de los que daría lo que fuese por vivir siempre soñando, porque los sueños te llevan a sitios dónde nunca podrías estar, si no es soñando.
Y sí, sería bonito siempre poder trasladarte a lugares idílicos y maravillosos, como en las mil y una noches de Alí Babá… sin ir más lejos…


Los sueños te acompañan por caminos llenos de luz, sin exigirte nada, son senderos sin abrojos dónde tus pies cansados flotan como en nubes de algodón, y tus manos… tus manos nunca estarían vacías….

Hay que tener en cuenta también que los sueños también pueden llegar a ser el bálsamo que calma las heridas y suavizan, en buena parte, tu vida…colmándola de logros, a priori, inalcanzables.

 Y sí, ¿pq no? Ya me gustaría  a mí vivir siempre soñando, porque pienso que los sueños prolongan la vida, y te elevan sobre sentimientos que no son sanos y con ellos puedes conseguir vivir en ese mundo ideal… como Aladín y Yazmine…

Q sí, q yo sé q tú me lees… entérate de que los sueños no son tonterías, que son esperanzas que algún día puedes conseguir…Ten claro siempre que si sigues un sueño creado por to y pones en él tu afán y tu fé en alcanzarlo, ten por seguro que lo conseguirás, siempre que tu sueño sea leal y verdadero… sólo tienes que verter en él todo tu empeño, tu voluntad y tu fuerza espiritual…

Yo, mientras tanto, seguiré pensando en derrochar sobre ti todas mis virtudes…ese será mi cometido hasta entonces.

P.D.T. Una persona bloguera me preguntó el otro día pq casi siempre escribía los posts metaforizando… digamos que es mi manera de escribir,  me gusta que cada cuál le dé su propia interpretación. Es como cuando le cuentas un cuento a los niños y no le cuentas el final y ellos se tienen que inventar distintos finales… es lindo ofrecer la capacidad de elegir en todos los parámetros que la vida te pueda marcar….

P.D.T. ¿Vosotros creéis en la teoría de “el alma gemela”? Yo sí… algún día escribiré sobre ello pues.

P.D.T. Apreciados/as soñadores/as…que vuestro vida siempre sea un sueño… hecho realidad. Que tengáis todos una feliz semani. Un abrazo grande, grande, grande.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Shhh, calla y escucha...

No suelo fijarme mucho más de lo necesario en lo que hacen los demás… Digamos que tengo por lema ese tópico de “vive y deja vivir”, y en ese sentido me va bien… digamos que por el momento que me toca vivir… hablo lo suficiente… pero escucho más… almenos en ello me esfuerzo… pq ahora, pienso yo, es tiempo de aprender. Ya decía mi abuela una frase q me hacía mucha gracia, porque yo la miraba perplejo sin entender nada…”Lo importante al hablar es ser como un eclipse de luna”… os podéis imaginar mi cara de niño escuchando eso… yo me imaginaba la luna, las estrellas… pero siempre pensaba… ¿ésto qué tendrá q ver con hablar?


Al cabo de los años y hablando con mi madre del tema, entendí la frase claro… que lo importante es aparecer poco, pero cuándo lo hagas… q seas brillante ( como el eclipse de luna, que aparece muy poco, pero cuándo lo hace es increíble)….Y en ello estoy, esforzándome para no hablar más de la cuenta… y sí escuchar para aprender… es complicado a veces, y os aseguro q no busco ni la brillantez ni el lucimiento ( no son amigas mías precisamente esas palabrejas), pero lo intento….


Entonces, con ésto quiero haceros reflexionar sobre la importancia de escuchar. Aprender a escuchar, esa es la cuestión. Hay tantísima gente que carece de esa virtud… y es algo tan preciado, que quién la tiene, ni siquiera es consciente de lo que posee… porque realmente, considero, y no es afán de hiperbolizar, que quién la tiene posee un don…


Le quiero dar un matiz distinto al saber escuchar… lo voy a reflexionar desde el punto de vista del silencio… veamos…


Para empezar a escuchar, es obvio que es preciso perderse en un espacio y un tiempo determinados… que uno elige, claro está… se trata de hacerse amigo del silencio… ese recurso educativo que los maestros/as solemos trabajar y que tanto nos cuesta…


Es preciso, pienso yo, hacer el silencio en la escucha y en la mirada, para poder descubrir las formas del silencio, pues éste, como toda manera de estar, tiene sus formas…
El silencio es algo que se puede escribir, se ofrece a la escucha. Sin ir más lejos, cuando, por ejemplo, yo en el cole enseño a los enanos las notas musicales, el silencio es una figura más y cada nota figurada posee su recíproca figura silenciosa, ésto es, la figura de pausa. Una figura que mide el silencio…
En el lenguaje verbal también grafiamos el silencio. Así, los puntos suspensivos dejan colgado el discurso, lo suspenden. Y yo soy mucho de escribir puntos suspensivos… jejeje….Pero el valor de estos puntos depende de la palabra que los antecede, eso es algo que se palpa claramente…


Tanto el silencio del lenguaje como el silencio que se introduce en la música suelen ser respiraciones que reclaman la atención. Respirar será crear el hueco en el que la atención puede desplegarse. El silencio es entonces como un suspiro. En su día, me decía mi compi de música, que el silencio es el nombre con el que la tradición francesa del s.XVIII designaba al silencio del valor de una negra en música….es curioso cuánto podemos aprender del silencio como recurso educativo…


La escuela, debe ser un fiel reflejo de la sociedad… y a mí me gusta fijarme en la sociedad para llevarlo al cole…. Y también me encanta fijarme en el cole, para llevarlo a mi vida….y como estoy hablando del silencio, lo voy a llevar a la vida pues.


¿Cuántas veces callamos por miedo, por cortesía o por respeto? Pero es curioso, porque hay tantas veces que gritamos y nadie nos oye…


Hay silencios largos, hay otros que son dañinos y hay algunos que incluso son demasiado profundos… tan íntimos que el que calla no es que otorgue, sino que simplemente enmudece… ¿o enloquece desde su prisma? ….
Hay algunos silencios que son culpables, porque ocultan cosas que serían más bellas a la luz del día… aunque también tengan que estar a la luz del que daña…
Hay algunos silencios tan inocentes que la valentía sólo la averiguan una vez que se cansa uno de callar… hay veces que hablando también podemos llegar a ser cobardes… qué pobre aquel que lleva ese escudo…
.Cuando hablamos, callamos algunas voces que tanto hablan… cuando callamos, hablamos de esas voces que tanto callan…es curioso, ¿no?
¡Qué don más grande!… el de saber escucharse a sí mismo… y sobre todo, el de saber escuchar a los demás…


P.D.T. Yo sé que vosotros sois “buena gente” (como decimos en el sur jejeje) y aguantáis mis reflexiones jejejejeje. Que igual muchas veces sé que las “entrebusco” demasiado… pero me gusta hacer pensar sobre cuestiones que yo considero importantes… es que se ven las carencias, carencias que yo soy el primero en tener, que conste.


P.D.T.Que tengáis un buen final de semana… Mil abrazos para todos/as… que dure seis segundos, como decía el otro día Elsa Punset en El Hormiguero.







domingo, 10 de octubre de 2010

Un largo trayecto...

A lo largo de la semana, de los cinco días que voy a trabajar, como mínimo tres me suelo ir en tren. Me gusta, voy leyendo, voy a mi ritmo, me relaja, pues es un trayecto pequeñito (un cercanías vaya) y bueno, me desestresa luego del coche, de tener que aparcar cerca del cole, etc.
El otro día, mientras esperaba el tren, me vino a la mente una noche de reflexión en el camino, en la que hablaba con dos personas que hacía dos días que conocía sobre la vida, sobre las oportunidades, sobre los trenes que hay que coger, etc. Me gustó esa charla, creo que me aportó mucho.
Hoy voy a reflexionar sobre ello y no lo voy a encaminar a la típica frase de “hay trenes que sólo pasan una sóla vez”…. Porque realmente no creo que sea así…En cualquier caso,  a ver qué me sale, veamos:
La vida para mí es como un viaje en tren, lo tengo claro. Podríamos decir que es una comparación extremadamente interesante, cuando es bien interpretada, claro está. Interesante porque nuestra vida es como un viaje en tren, llena de embarques, de desembarques, de pequeños accidentes en el camino, de sorpresas agradables, de algunas subidas alegres… y también de algunas bajadas tristes.
Si lo piensas un minuto, cuando nacemos y subimos al tren, encontramos dos personas queridas que nos hacen conocer el viaje hasta el fin: papá y mamá. Lamentablemente, ellos en alguna ocasión bajan del tren y ya no vuelven a subir. Entonces quedamos huérfanos de su cariño, protección y afecto, pero, a pesar de ésto, nosotros continuamos viajando.
En ese largo trayecto, conocemos otras personas interesantes que suben al tren: nuestros hermanos, nuestros amigos y nuestros amores. Muchos de ellos sólo realizan un corto paseo, otros permanecen siempre a nuestro lado, compartiendo las alegrías y las tristezas.
Tenemos que percatarnos también de que en el tren viajan personas que andan de vagón en vagón ayudando a quién lo necesita. Otros viajan ya cerca de nosotros y los queremos tanto que cuando se bajan dejan recuerdos imborrables.  Muchos incluso viajan en asientos cercanos a los nuestros pero no sabemos quiénes son…. Ni nos interesa averiguarlo.
Hay que considerar también que otros pasajeros, a quiénes queremos, prefieren sentarse alejados de nosotros, incluso en otros vagones. En ocasiones, nada nos impide que tratemos de acercarnos y sentarnos junto a ellos, pero otras veces ésto es imposible porque los asientos contiguos ya están ocupados por otras personas…
Yo pienso que el viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, llegadas y partidas. Sabemos que esté tren sólo realiza un viaje, el de ida, el de vuelta no es sólo que pura ficción…
Tratemos pues de viajar de la mejor manera posible, intentando tener una buena relación con todos los pasajeros, procurando atender lo mejor posible a las necesidades de cada uno de ellos, recordando siempre que, en algún momento del viaje nosotros mismos podemos perder las fuerzas y necesitar que alguien nos entienda y nos ayude. Es obvio que el gran misterio de este viaje es que no sabemos en qué estación nos toca descender a nosotros…
En este sentido, yo creo que la esperanza ( para quién le falte un poco de eso… en cualquier ámbito de la vida) está en pensar… si el tren disminuyera la velocidad, para que suban y bajen personas… siempre podremos preguntarnos…¿quién subirá, quién será?....puede que incluso, alguien que suba, sea un viejo conocido de la estación principal como, en su día, me sucedió a mí…
P.D.T. Que tengáis todos una feliz semani. Un abrazo grandote.
P.D.T. “Quizá nuestros asientos no son contiguos, pero es muy probable que vayamos en el mismo vagón”.
P.D.T. Al comentario anónimo de “Lolaylo”…espero que estés más animada…y sí, tengo claro que la vida es una cuestión de motivaciones… igual que los animales se mueven por impulso, yo me suelo mover en todos los ámbitos por “motivaciones”. Por cierto, no sale tu blog cuando pincho….
P.D.T. Oye, me voy a los madriles el finde que viene ( tengo ya ganas porque hace unos meses que no voy)… ¿alguna recomendación? He visitado muchos sitios en Madrid, pero siempre voy a sitios nuevos porque para mí es parecido al infinito, siempre descubres lugares nuevos…Probablemente visite el museo Sorolla ( que me queda por verlo), y vaya de nuevo a espectáculos de Jamming… si tenéis alguna recomendación… se aceptan sugerencias jeejejeje. ¡Bicos moitos!!!!

sábado, 2 de octubre de 2010

Sin pausa, pero...¿sin prisa?...

Muy buenas a todos/as. Hace ya algunos años ( seis años aproximadamente)… estuve viviendo en Madrid… acababa de terminar la carrera y bueno, opté por vivir un añito y pico en esa ciudad que tanto adoro, y que suelo visitar cuándo y cuánto puedo…
Vengo a referirme a esa etapa, pues, una vez vivido allí, recuerdo que cuando me bajé de nuevo a mi tierra… se me quedó algo muy llamativo de las grandes ciudades… “la prisa”…Yo allí, viví de deprisa, sin duda. Tenía tres trabajos (tenía 21 años qué coño, tenía que pagarme mis cosas jaajaja)…y sí, fue un año inolvidable… pero iba de un lado a otro corriendo, sin parar…
Y la prisa puede convertirse en una dificultad añadida si no la sabes controlar…Es curioso cómo, a sabiendas de que hay ciertos elementos que en verdad nos afectan, no luchamos contra ellos de una manera consistente, o, mejor aún, intentamos erradicarlos de nuestra vida…
Soy de los que pienso que la prisa está señalada como uno de los grandes males de nuestro tiempo y quizás uno de los factores que más estrés añade a nuestra vida… lo suelo ver todos los días en los padres de mis alumnos/as, sin ir más lejos… Sin embargo, no estoy seguro de que la mayoría de la gente esté tan consciente, sobre todo, de dos cosas relevantes: por un lado del daño que genera, y por el otro, no menos grave, de la facilidad con la que caemos en sus garras.
Es obvio que, conforme vamos avanzando en nuestra vida y en nuestras responsabilidades, quisiéramos abarcar más y más cosas y alcanzar mayores logros, y que ésto, a su vez, requiere de más tiempo y dedicación para conseguirlo, por lo que tarde o temprano terminamos por vivir una vida con prisa…y hasta que no nos damos de frente con esa realidad, no “paramos”.
En las grandes ciudades se puede observar ésto con más arraigo, y, sin embargo, mientras más pequeña sea una población, la gente parece vivir más fácilmente al margen de esta amenaza…
Por otro lado, está claro que en la época en la que vivimos, en la era de las comunicaciones, en la que la información y todo se desplaza de una manera vertiginosa, es mucho más habitual caer en la prisa.
Pero el hecho es que la prisa es una de esas cosas que, de alguna manera y en mayor o menor medida, se ha introducido en nuestra vida, y sobre la cual habría que reflexionar si queremos llevar una vida más plena…sinceramente, lo hice en su día, y me percaté de que “había que parar”…y aún hoy, en muchos aspectos, “vivo deprisa”.
Reflexionando un poco: ¿nos hemos puesto a pensar si vivimos una vida de prisa?. Y de ser así ¿podríamos determinar cuándo es que iniciamos a vivir de esa manera?
Yo miro por el retrovisor y trato de recordar cuándo es que se hizo presente en mi vida, pero sobre todo cuándo es que se instaló como una constante, y me pregunto qué tendría que hacer para desecharla de mi vida.
Ésto de vivir priorizando tampoco es sencillo porque nos lleva a elegir, y elegir, en mi opinión,  implica renunciar, pero debemos estar conscientes que de no priorizar terminaremos por no hacer bien las cosas, viviendo estresados y siendo ineficientes, en tanto que, de hacerlo, nos permitiremos llevar una vida con menos equivocaciones, por supuesto, menos agobiada, más relajada y, no dudo, más exitosa….y sí, es complicado… pero…¿hay algo sencillo en este camino?...

P.D.T. Reflexionando al lado de un café con leche y dos de sacarina y una buena conversación…
P.D.T. Buena semani para todos/as…
P.D.T. Ya llega el otoño, se notan más frías las mañanitas…me gusta, mi estación favorita, sin duda…